Poemas Místicos

DE LA VIDA “La incoherencia de los hombres… con una mano dan, y con la otra quitan.” “No me vasta cumplir con el deber; sí, hacerlo con convicción.” “Preferid las obras de las manos, que son imperfectas pero humanas.” “Que sea la sinceridad la que nos una en la amistad, que sea el tiempo el que permita conocernos.” “Añoro los recuerdos, más el presente importa y el futuro será mi fruto”. “Las cosas… no me pretenden, me acompañan”. “Creemos cuando alguien cree en nosotros”. Él soy… el que desea ser hoy… “El tiempo es reloj; es reloj el hombre; es tiempo, el reloj, el hombre.” “Jamás niegues lo inexplorado, lo desconocido. Mas bien, ármate de valor y ve adelante”. “La vida es un aprender constante.” “La vida es un juego por jugar, un problema a resolver.” ¿Qué es la vida? - Es vivir de cada día y jugar una osadía. ¿Que es la vida? - Es morir día a día y renacer con alegría. “Uñas trepando el paredón, manos atrapando la oportunidad distraída.” DEL ESPÍRITU “En el silencio transito el univ

Tomé un lápiz y con él, mi alma escribió una plegaria. De lo alto... un regalo me enviaron, y no supe si abrirlo o contemplarlo. Nuevamente, atiné abrirlo, esta vez, con SU ayuda. Dentro del paquete... estaba mi Vocación; que amorosamente me fue encomendada.

¿Ves el horizonte?.. ¿lo ves?... ¿Ves el amor reflejado en la alegría?... ¿Ves la luz de cada Ser bondadoso?... ¿Ves el destino apenas dibujarse?... ¿Ves el limpio aire en nosotros penetrar, que devuelve la frescura y el aliento?... ¿Ves en ti, esa nueva persona que todo lo persigue esperanzada?... ¿Ves ese Ser omnipotente en la nada, que solo con llamarlo, buscarlo, está ahí?... ¿Ves?... ¿te ves hoy diferente?... ¿Sí?... Hoy también es diferente para mí, Porque: Después de no ver el horizonte... Después de no saber que era el amor... Después de no sentir la bondad ofrecida... Después de no conocer un destino y desconocer un pasado inolvidable... Después de no saber como sobreviví... Después de vivir sólo del recuerdo y no de cada instante... Después de no saber que algo verdadero había... mientras oía sin oír palabras que lo invocaban, lenguaje que no comprendía... Hoy todo es diferente... Esa diferencia me hizo renacer... Renacer de lejanías al presente y lo cercano...

A ti te escribo. Palabra dura, fría y al mismo tiempo tan tierna, tan cálida. Pues no puedo ni debo ignorarte, tampoco sobreestimarte. Sé que es bueno llevarte como estandarte, a la vista de todos; sin miedos ni restricciones. A ti te llevo dentro mío, más de celestiales lugares tu has venido, que en vida yo ignoro. Preguntan y preguntan ¿cual será tu nombre?... y con asidua temple fui descifrando cual era. Hoy, te puedo llamar: Verdad.

Si pudiéramos recordar cada día de nuestras vidas, cuánto la valoraríamos y cuanto más haríamos por no errar... Si pudiéramos notar las diferencias del todo... sabríamos reconocerlas. Si pudiéramos soñar, trataríamos que ellos fuesen sueños en la realidad y poder soñar todos juntos, pero de verdad... Impotencia del Ser por no Ser. Perfección del Ser por su Ser. Vida del Ser por el Ser. Es lo que todos juntos podemos hacer.

¿Te avergüenza buscar ayuda? ¿Que necesites amor y poder amar? ¿Decir tus triunfos, y por sobretodo tus fracasos o equivocaciones? Tu silencio hace que te exilies de tu propia realidad. Tu sino opaca y oscurece tu vida y tu ser. Ve en paz cuando sientas que eres libre, luego de haberte vaciado al desplegar tu vida. Ve en paz cuando hayas buscado, y luego encontrado ese auxilio para poder curarte. Ve en paz cuando por fin la sinceridad, la responsabilidad y por sobre todo el Amor, hayan creado raíces en tu vida. Más de ellas podrás valerte. Muéstrate, porque dirás quién eres, y sabrás que vives. Muéstrate hermano mío, que quiero conocer la persona que soy, y experimentar la suerte de verte. Muéstrate a Dios que desea verte nuevamente, y podrás conocerlo y conocerte. Exprésate… sabrás y sabrán que existes. Exprésate y veras tu poder y podrás crear. Exprésate porque la vida te lo demanda, porque tu alma lo desea. Hoy mismo proclama tu libertad… Hoy mismo siéntete, como a otros corazones.

¿Porqué tengo que derramar lágrimas a escondidas? ¡Cómo sufro! Porque hay cosas que solo Él las sabe y Él las puede curar. ¡Pobre de mí! porque no puedo dar una respuesta, sólo este rostro entristecido. ¡Siento tanta impotencia!,que pienso y por más que lo haga no logro nada. ¿Porqué tener que sufrir en silencio, sin tener agallas para afrontar esta batalla, que no se apaga y me consume?

Su alimento es la palabra. De ella se nutre, y por ella es que habla. Al hacerlo, su verbo dio vida a los sentimientos. Y a través de ellos logró entrar al Corazón. ¿Aun late, se siente? - Es que mucho tiene por decir. Más, cuando no exista su hálito, escrito su legado a de quedar. Un mensaje y una historia. La consumación del deber cumplido. De alguien que pasó por la vida y sembró su vida, para aquellos que le conocieron. En ese lapso de tiempo, que inmanente, lo creyó eterno.

Como quisiera comprenderte Vida de la vida. Porque... Te conozco y desconozco. Te reconozco e ignoro. Te apiadas y te maldigo. Como quisiera entenderte vida de mi vida. Impregnarme de ti. Llamarte con atención. Romper conmigo. Porque... Te quiero y no a la vez. Te sé y no también. ¡Cómo, cómo hago para decidirme que eres tú y no otra cosa que me llama y me reprende!

Señor Tu me has devuelto la paz que alguna vez rechacé… Pero sabías que algún día como hoy me la darías.

Me fue necesario llegar a mi pasado, para desde allí ver lo que jamás habría pensado. Y en forma me admiré. Porque Dios me había cambiado la vida del anochecer al día; mientras mi vida pasaba sin percatar ese cambio que Él me preparaba. Y con tanta incredulidad jamás veía con verdaderos ojos el caminar de mis tiempos, al ser olvidado por las circunstancias. ¡Y ahora cómo hago! Para decirle: - perdóname por no haber tenido la suficiente valentía de arriesgarme al azar, pero no lo hice y Él sabe por qué. Hoy mientras mi vida pasa a pasos de gigantes, cada momento de ella lo vivo diferente; valorándola, pensándola, agradeciéndole. La veo con los ojos del alma. Quién imaginaría ver aquel niño de rutinaria vida, ese niño, uno más de todos. Quién imaginaría esa adolescencia que tan trágica pasé, entre luchas con entes y el mismo Ser. Quién imaginaría que ese Dios, ese que yo creía estar lejano, se acordó de mí y me alumbró de ¡tal manera! Que me despertó de ese sueño, que yo creí no salir.

Es difícil lograr entenderse, mas con trabajo esmerado frutos dará. Cuántas cosas rondan por mi mente que nadie y tan solo yo las comprenden. ¿Es mi esencia a la cual tendré que amoldarme y renacer con amor a las cosas que ignoro? En momentos reflexivos logro encontrarme, apenas un vislumbre diviso con alegría y nuevas decisiones emprendo. Hoy soy como otro, jamás me senté a platicar con migo; fue como un recuerdo sin las sensaciones que me alentaron. ¿Cuándo lograré unirme a esa esencia divina que un día Dios me dio, y ser armonía y luz en el corazón?

¿Hasta dónde pretende llegar el hombre…? Si supiera todo el poder que lleva consigo desde su creación, no sé que hería hoy… Yo lo creé para el Amor, y no para su amor egoísta. Lo hice perfecto, para una existencia intachable y con una misión admirable. El hombre se ha perdido a sí mismo, y a causa de esto, está borrando los caminos de las generaciones futuras. Yo lo creé, no para esto… ¿Qué he hecho? ¿Qué te has hecho criatura mía? Este es el tiempo del gran naufragio. El naufragio de vuestros corazones; el naufragio de vuestra impronta que Yo os he dejado. Este es el naufragio de Mi imagen y semejanza… Lo creé con los dones más preciados y completos. Lo creé con la idea más noble que haya concebido… Le di la Vida y le di un Espíritu; le di un Hogar; le dejé un legado, y un mandato… Le dejé a seres inferiores para que alegrasen sus días, pero también dejé la belleza para que la tomase y donarla a sus vidas. ¡Le he dado tanto!... ¿Qué más necesita? Ha usado y abusado del Don de las Cien

A veces recuerdo momentos tan queridos que me vienen deseos de volver a vivirlos... Volver aquel día, aquel lugar a ver esos Seres, a sentir viejos sentires de cada minuto que fui deshojando. Y sin querer, por un instante me retraje a esos momentos que no volverán. Por eso, Señor: Haz que valore lo que tengo para no perderlo... Hazme valorar lo que perdí para no volver hacerlo... Hazme ver lo que tendré... para no perder lo que hoy puede ser. Porque: Cuando todo lo tuve sentía que nada tenía... Ahora, que nada tengo sé que lo tuve todo...

Regresará aquella página de mi vida. Donde dice que un día fui feliz. Releeré esa carilla, donde cuenta las mil maravillas que viví. Sí, lo haré y no me arrepentiré, pues he decidido volver a vivir. Eso que para el tiempo fue pasado, eso que para mi Ser es eternidad. No, jamás renegaré de mi existencia, simplemente seré yo, siempre yo. Respiraré y no me cansaré. Querré todo lo que venga a mi, y lo amaré sinceramente.

Solo signos percibo, no palabras que oigo. Hechos mudos, no hechos y verdades. Cada vez mueren sentimientos para el mundo, se degradan dentro... Venimos solos y nos vamos solos. Hoy... ¿por qué no de a dos? Tiempo sin tregua, detenlos e impide continuar. ¿Qué hacemos para así no ser? ¿Puede ser reflexionar y más consideración? ¿Mirar el interior más el exterior y conciliarlos? Nos vamos con signos. ¿Y las palabras dónde quedan? Hagámonos la vida más llevadera, pues tal vez la felicidad de las cosas no terminan en dos o tres... Es hora de irme, pronto vendrán otros. Pero... no quiero irme solo, quiero llevarme algo. Quiero llevarme los afectos que confiaron en las palabras. Quiero ese único recuerdo, que sólo mi Espíritu puede llevar...

Recuerdo aquellos momentos. Cuando tú me hablabas dulcemente como una madre a su hijo más pequeño. Recuerdo que me hiciste llorar, que me hiciste enojar; que no comprendía lo aprendido e ingenuamente me revelaba. Recuerdo que a tu lado bien me sentía. Tan pleno que el tiempo por esos momentos desaparecía. Recuerdo la añoranza que te persiguió cuando tu no estabas a mi lado. Y un día de tanto anhelarte apareciste, y morí de alegría. Ahora no se porqué te dejé. Quizás por ir tras esos sueños que no sé si serán ciertos. Ahora deseo estar contigo... ¿Cómo te buscaré?... Te buscaré hasta encontrarte y decirte: - Perdón , jamás me apartaré de ti, hasta que la vida me permita ser uno contigo. Hoy quiero disfrutar de aquellos tiempos… quiero sentirte... y una sonrisa poder ensayar.

Hay una Luz que me guía. Ella está en mi corazón, detrás del gran pórtico de fuego. Allí está inscripta en la carne y en el trono del espíritu, la misión a la cual vine hacer realidad. Junto al amor, de mí amado Jesús.

Jesús... me has besado el corazón y una lágrima mía ha mojado tu mejilla. Tu silencio es música, tu silencio es amor. Jesús, eres hermoso como lo más bello de esta tierra... Tu ausencia hace que día a día te recuerde.

Permítete soñar que los sueños son futura realidad. Contemplar la belleza que aguarda, salir del corazón. Ser lo que Dios anhela y los más adorado por vos. En palabras rebuscadas... un poco de elixir, contenido en un alma enamorada.

¡Hasta dónde he caído! ¡Hasta cuándo así! Estoy cansado de mí, ya no puedo responder a lo que me pides, Señor. Es como construir en el aire después de haber construido los cimientos de la gracia. Mi alma no siente dolor ni alegría, está muerta. No sé como ni porque hay algo, hay solo una brasa en el fondo de la oscuridad que alumbra con fuerza de esperanza. Absurdamente, una vez curado... lesiono mi carne con el pecado y me arrepiento. ¡Hasta dónde he llegado, Señor! ¿Qué me quieres decir o que es lo que quiero manifestarte con esta forma de proceder que a ambos nos entristece? (2da parte) ¡Auxilio... auxilio! Que mi espíritu está inconsciente. Sordo ha quedado; ya no puede hablar porque no sabe lo que dice. El dolor le es muy severo y descaradamente quita con sus uñas la costra de su herida y llora amargamente. Respira y no difiere de lo puro e impuro. Tengo miedo Señor, tengo miedo de no complacerle. El temor me ahoga y he decidido ahogarme. (3ra parte) Me siento en deuda... peor, no

En el ocaso de la vida, ciento el otoño que un día fue. En el ocaso de la vida... sentí el fuego que un día ardió. En el ocaso de la vida... creo que soñé la realidad que vivo hoy. En el ocaso de la vida... recuerdo y quiero aquellos, que fueron conmigo; aquellos que no conocí y aprendí a querer. En el ocaso de la vida... sólo a Dios pido razón para vivir de amor.

Me he sumergido en la tristeza infinita. De ver que mis hermanos, la gente, se han extraviado y despavoridos vagan por el mundo. Me he sumergido en la infinita tristeza. A causa de una especie de impotencia, cargada de sentimientos con mil nombres. Pero sin embargo, aun soporto todo esto, y no sé hasta cuando. Pienso que María, me ha consolado el alma con pacificas palabras. Me sumergiré en la infinita esperanza. Sé que en algún lugar, que en algún tiempo cesará este tormento de guerras, violaciones, injusticias mas secuestros y demás. De abrumadores desamores desganados. Yo sé que algún día, en algún lugar, en algún momento todo esto morirá. Yo sé que volveremos a casa, y ser felices. Creámos en un Superior, yo lo hago. Quizás sea este acto que me anima, a seguir viviendo.

Esparcida mi vida queda bajo la noche del miedo y la duda. No sé dónde ir. Extraño me siento, he olvidado como fui. Vivo y no sé qué vivir, no es el porvenir. ¿Será la edad de las preguntas o tal vez de las respuestas sin querer creerlas, sin creer que soy y seré? ¿Cómo contar cosas que ni siquiera las pienso tampoco las siento? ¡Pero las recuerdo! Creo el camino y no lo busco, lo ignoro. Ya no puedo. Entristezco... me desvelo. Sueño que siempre te concebí, ahora me dejas, me abandonas en esta realidad silenciosa, mística. Esparcida mi vida retomo con ánimo y seguirla. No quiero olvidar esa luz que me alumbra, me guía.

Es el tiempo del amor, el tiempo de la nueva luz. Se cumple el día de un niño, que luego fue ese hombre llamado Jesús. Son momentos plenos, en donde cada uno de nosotros es llamado al recogimiento. Es sentir la alegría renacer desde lo más profundo del corazón; es disposición a la reconciliación.

Es mi mente de aventurero vacilante, asombros y dichas, que escapan, y les atrapo. Donde mis senderos convergen en el espacio, la tierra, esa es mi flor, la madre de todas las especies, el néctar de mi Ser. Mística es mi mente, esos laberintos de sueños y afanes. ¿Y, donde está el Levante? ¿ La primera aurora, de tonos verdes, marrones y más celestes? Soy el refugio del todo, donde el más remoto lugar se hace presente ante mi formación de la esencia prístina. Sí, es místico el bosque de mi vida, crisol de tiempos.

Han tocado las puertas de tus sueños... Alguien te hablado del lugar más hermoso que jamás haya oído; te ha recordado y ha venido a decirte que está contigo. Serena está la noche, tu deseo se ha unido a su pensamiento. La noticia más grata has recibido, la felicidad se ha presentado en tus sueños, y es la emoción de saber, que Él vive en los corazones.

Luz, me iluminas por todo un día, me delatas por mi sombra, realidad de mi vida. La pretendida, en su significado de los desdichados, y bienaventurados de los deleites del espacio; consolación de los ciegos, reflejo del espejo, recinto del encuentro, don de las luciérnagas. Luz, la ansiada por la noche, la anhelada por los hombres…

Sinopsis: Cuando cantas un ¡GLORIA! personal, sientes que la vida te sonríe, y que Dios te bendice. LIBERTAD Porque tengo alma de pájaro... Porque en los rincones de la nada anido... Porque en la naturaleza virgen me cobijo y duermo... Porque en el indómito afán de mi Ser, renazco al amanecer... Porque viviré en cualquier parte y gozaré... Porque nací del aire y soy como él... Porque Él me ha hecho libre y a Ellos le debo la vida, por eso buscaré el lugar de mi dicha...

La naturaleza sabe del orden de las cosas… Ella, con su inteligencia sensible, decide en cada paso que doy revelarme todo un mundo de pequeñas y grandes cosas, que todas juntas conviven en perfecta armonía. En cada paso que doy, mi mente se empequeñece al percatarse del infinito cosmos. Bellos lugares delicadamente decorados y cuidadosamente puestos cada uno en su lugar. Esta es mi gran casa. Es tan grande que en ella viven y conviven miles y miles de formas de vida, que todas juntas hacen de mí, un ser feliz. Porque día tras día llenan mi corazón de asombros y alegrías. Esta es mi casa, mi gran casa. Que por amor del Creador me obsequió el legado de su creación. Es por eso le agradezco a la bella Natura por ser, para ser naturaleza, por ser vida como todas las vidas por pertenecer al ciclo sin fin de la formas… Y es por eso, que a todos nosotros por el inmenso Ser, fuimos invitados para el gran festín de todos los tiempos. Poder vivir y convivir de la tierra, de las criaturas, de nues

Es el libro más hermoso de todos los libros. En él se ha plasmado la inspiración del auténtico Ser, del sabio de los sabios. Aquí están las medicinas del alma, también sus recompensas y la luz de la esperanza. Así es vuestro libro, en el cual todos, absolutamente todos nos vemos reflejados en este espejo de la esencia primera. Bienvenidos y bienaventurados aquellos que lo descubran. Porque este es el “Libro de la Vida”, para ser felices aquí y en el más allá, en el Cielo.

En aquellos tres días De esperanzas y gloriosas Alegrías, proclaman mis hermanos al grandísimo: Viva, Viva, Viva. Con esa Inmensa emoción, con las Lágrimas de mi Argentina, De mis Provincias. Todos se han unido, todo el Pueblo aclama a la llena de Gracias, a María. Todas las promesas y deseos Volando al cielo, con un decir Incesante: “Lo Reconocemos al partir el Pan” Es palabra del Dios Divino; es Sabiduría de los eruditos. Esta es y será la realidad Reconfortante de todos los Peregrinos. Sin olvidar y sin dejar De recordar esos tres días Maravillosos, del Padre, del Hijo Y del Espíritu Santo.

Mi vida se reduce al mirarte Luz de mi vida. Leve brisa que refrescas mi Alma límpida. Sueño de mi Ser es oír tu palabra embebida de amor. Eterna esperanza anhelo y plenitud es Tu presencia en mí.

Al retomar los ensueños, y al verme sustraído de la realidad que me envuelve, advierto que somos un instante en la eternidad de la tierra. Hoy, al recoger el amanecer, cual atardecer, vivencio en el día a día un nacimiento, y un adiós. Y así, tres mil años o siglos incontables, Seres igual que yo, creyeron lo mismo… percibieron la luz que cada día les eran deparados. Porque conocieron el sol al resplandecer en sus caras; porque vieron a sus hijos, como también, aquellos que partían para ya no regresar… Todo al igual que sí, porque hoy vivo… porque hoy río y celebro la existencia, por todo lo que quiero. La historia se repite, con nimios contrastes, más un protagonismo copioso, y tan fugaz, como un instante en la eternidad de la vida.

Quién sabrá lo que me depare el destino. Vivo el presente como un sueño en plena realidad y es el infinito. Quién sabe lo que será de mí en tiempos venideros… ¿haré lo que jamás quise? ¿lo que nunca pensé? ¿o tal vez lo que tanto esperé? Este hoy es simple y es un desafío. Quién sabe... todo depende de Dios, de mi y de los demás.

Me di cuenta Que no estaba preparado Para afrontar Las pruebas de la vida... Me di cuenta Que aun existía El dolor de la añoranza Que aun la soledad Susurraba en mis oídos. Me di cuenta Que era vulnerable... Tan vulnerable Que hasta una palabra Mal dirigida Doliendo penetraba Mi alma. Aquel día tuve miedo... Mucho miedo De quedarme Solo en el mundo... A no tener quien me Socorriese en mis peores Momentos... De quedarme sin mis afectos A no ser amado ni valorado A desterrarme Poco a poco de mis sueños... Aquel día... Se derrumbó mi mundo Se esfumaron mis ideales Se extinguió la llama Viva de mi esperanza. Aquel día me di cuenta Que sin Dios... No podía seguir viviendo.

Sinopsis: Hoy todo será y se hará para ti. Ten fe y esperanza. Espera un poco, pronto todo será. Sé feliz, y haz lo que siempre tu corazón deseó. Hasta hoy, mientras, tiempo hay… HOY Ser y sentir… La existencia toda… La vida misma. Amar… Capacidad y plenitud… Sin fin de ilusión, perenne realidad. Poder decir al oído un te quiero, o con un fraterno abrazo un te amo, sincero. Sentir y ser al mismo tiempo, cual gotas de rocío al impregnar la tierra. Idear, y animarse a crear. ¿Utopías? ¡Auténticas verdades! Así debes vivirlo. Así se fundará en ti. Y lo único, cobrará valor y sentido. Vivir es tu meta. Abrir horizontes y caminarlos. Recoger la sabia entre tus manos. Así será, y así se hará. Es ahora cuando tu alma te pide volar. Es ahora, cuando darás… una nueva realidad. La vida está en ti, podrás moverla. Juzgar entre opciones y tomar decisiones. Es hora, te esperan… La noche vendrá; y al amanecer brillarán para ti destellos de luz. Hoy todo será… La meta… Los sueños… Las esperanzas… Y l

Hermano mío no puedo hacerte entristecer a causa de mis sufrimientos. Más te infundiré del bienestar que pueda ofrecerte y hacer de tu día, si es posible, uno de esos que jamás olvidarás. Y cuando se avecinen los malos tiempos puedas sacar de tu interior los mejores recuerdos que serán pan y vino para vuestro espíritu. Para luego cuando a ti te toque... puedas dar de tu bálsamo a otro hermano tuyo que transite por el mismo sendero.

Aunque el mundo se caiga yo seguiré luchando; la desesperanza tome el trono, de una esperanza seguiré hablando; me maten, seguiré peleando en el mas allá. Aunque los países se desunan cada vez más, uniendo pueblos seguiré; la gente se destroce la carne a mordiscones, yo seguiré educando la maldad. Aunque los años me alcancen, seguiré viviendo por una futura realidad; aunque ya no esté, contagiaré el corazón de los inteligentes y vivirán sólo por el bien, aunque por el mundo entero sean escupidos. Aunque Satanás crea que tiene la jugada hecha, a María pronto le tocará tirar; y les adelanto de ante mano que va a ganar.

Gracias... porque Tu incansable paciencia nos retiene del abismo... Porque en los simples y bellos momentos de la vida nos regalas Tu alegría, por medios insospechables. Gracias... por Tu infinito amor, porque a todos... nos quieres a Tu lado.

Quiero darte las gracias Señor: Por cada momento inolvidable que no dejo de recordar. Por cada gesto de tu amor reflejado en los demás. Por todas las posibilidades que me das a sortear, y poner lo mejor de mí. Por aquellos instantes en donde puedo sentir el leve resplandor de tu presencia. Porque hoy puedo constatar que estás conmigo.

Sí, me animé a experimentar cosas que jamás me atreví. Ahora ya de regreso, después de mi experiencia, me doy cuenta de todo... y me desconozco del antes y del hoy. Sí, porque fue mi primera vivencia, recreación del espíritu, inundado de contenciones de amor y palabras apiñadas. Te doy gracias mamá María, por haber pulido esta roca, mi corazón… e ir transformándolo en sangre, ese cambio que no se entiende. Es y fue mi experiencia, porque lo vivido no se olvida, el día tal vez, y el deseo de vivir... nunca se irá. Queda claro, que no puedo expresa aun del todo lo que siento, esto es sólo un paso a la gran plenitud, al gran Dios.

Sinopsis: Los momentos están teñidos de blancos o negros; oscuros o claros; positivos o negativos; buenos o malos; estables o inestables; transitorios o plenos. Son ellos los que día a día como un termómetro nos van marcando cada situación que nos toca vivir. A veces no sabemos porqué suceden ciertas cosas, hasta tal punto que perecemos junto al panorama obscuro de nuestros problemas. CUANDO SIENTES Cuando sientes que el dolor te ahoga… Cuando sientes que las palabras no te ayudan… Cuando sientes que el tiempo ya ido es el más sentido… Cuando sientes que nadie te comprende, y notas que la soledad está contigo… Cuando sientes que todo o lo mucho que has hecho no es valorado, peor cuando ya no lo es para ti. Cuando sientes el temor de la incertidumbre, el desvelo y desasosiego frente a lo desconocido… Cuando sientes que tu vida no tiene un “Norte” por donde ir y gritas suplicante por una vida dignamente válida… para bien gastar hasta el último día. Cuando sientes que todo ha termi

Cuántas cosas hay dentro de mí. Entre ellas una que jamás dejó de persistir; y cuánto deseo me dio de volar lejos… ¡Quién sabe dónde! Van pasando los años. Esto que llevo dentro se acrecienta, de mil maneras intento, escudriño... no sé por donde, sí por muchos lugares en el mundo. ¿Qué buscas? - preguntó el corazón, y así mismo se respondió: - Busco ser un ave y conquistar la tierra; conocer la creación más perfecta; sentir otros corazones... alegrarme y compadecerme de aquellos... alguien. Busco y busco ser como el agua de lluvia que todo lo abarca y lo penetra.

¡Nuevos horizontes te proclaman caminante! ¡Qué es lo que buscas incansablemente en este andar eterno! Caminante... ¿Cuál será tu reposo? ¿Acaso estar bajo la lluvia y contemplar? ¿Acaso será el bello lugar con el que soñaste de niño? ¿Qué buscas andar de andares? Eres libre como gaviotas y sin embargo penetras en los corazones, luego huyes dejando tu marca... ¿Cómo haces caminante para no olvidar?... Vuela... vuela hasta que tus halas decidan descansar. ¡Y no olvides de hacerme saber, cual fue tu morada!

Caí… caí, hasta los abismos más profundos, hasta la oscuridad que penetra mi alma, hasta el propio infierno de mi Ser. Caí… caí con el peso de la culpa, con el dolor de los errores, con el desdén de haber dejado de Ser. Caí… y no sé más… No tengo fuerzas, tampoco voluntad, mucho menos esperanzas, y para colmo, perdí la fe. Caí… ¡Oh, por Dios caí! Qué caída, ya no sé que hacer. Me quedaré a esperar la nada, y liberarme poco a poco, cual humo despedido de su leño recién quemado. Caí… caí, como nunca pude imaginar, hasta ese lugar, tan insondable que ni Dios, fácilmente podría penetrar. Caí… me caí, Cayó sobre mí la esencia desvanecida, líquido inmundo que lo corrompe todo. Ya no sé, no sé a donde iré, Pero siento alivio, mi corazón esta dilatándose. En pocos minutos dejaré de existir. Ahora lo comprendo todo, lo sé a todo, lo deseo todo, pero ya (…) Caí, hasta tocar fondo, y si Dios quiere podré salir, cual pluma mojada y hundida, llevada hasta el colmo y la sinrazón. Caí… ¿Qué más queda

A pesar de este dolor, te siento en mi interior. A pesar de esta lucha con el enemigo, aguarda una espada para seguir luchando. A pesar de vivir y no vivir... el sólo recordarte, eternos momentos añoro. A pesar que el trecho es corto, Tu rostro me anima a seguir caminando.

¡Porqué he olvidado Señor!... ¡Porqué no siento!... ¡Porqué te siento y creo, ser incierto!... ¡Porqué te pregunto, cuando me contestas y no te oigo!... ¡Porqué te soy indiferente!... ¡Porqué estás presente aún, siendo yo así!... Y Jesús contestó: - Porque te amo... ¡Porqué lloro!... - Porque sabes que estoy contigo...

En pleno y absoluto silencio adoran la Eucaristía. Sublime reinado. El espíritu se explaya olvidando la existencia de su cuerpo, hasta penetrar el fondo de su Ser, e indagar un mar de bendiciones. Gracias a su dócil compasión, Él le habla en la lejanía de lo profundo y él atento oye. Ha olvidado cómo llegó hasta esa humilde voz que le habla y le habla... y ya, no sabe quién rodea su presencia. Es como un pasillo ancho y obscuro, donde sólo se deja guiar por una luz que no es luz sino misterio, sino adoración. Reflexiona... extasiado. De una esquina lo observo. Me pregunto por cuántos lugares andará; ausencia que perpleja. De repente, vuelve en sí. Retoma su Biblia, después de haber descubierto verdades y tantas cosas inefables. Se le hace tan difícil permanecer en su pobre realidad... más renunciar los abismos calmantes de la sed. El silencio no da tregua, el silencio seduce. Hasta a mí me es inevitable asimilarlo. Luego entré en el mismo “sueño” extraordinario, y comprendí aquel pelle

Quisiera, ¡Oh! Dios quisiera… Hoy estar en tu morada. Que hoy mismo me arrebates el aliento, y me eleves al Amor más supremo. Porque esperé y sufrí tanto tiempo a expensas de un futuro que gloria, ¡Oh, Dios! ha llegado. Gracias ¡Oh infinito mío! Porque ya todo ha quedado atrás… Porque ahora, sólo me resta pensar por la eternidad que he de vivir contigo, y con mis hermanos.

(Título Original: UN MOMENTO EN EL TEMPLO) La Hostia sin custodia. Las velas encendidas, y una sutil brisa vacila la grácil luz de un sirio. Una quietud y un silencio benignos. Tres ventiladores expiando aire fresco a tres monjes taciturnos… uno está sentado, leyendo; el otro, arrodillado, con su mano derecha en la frente; y el último, sentado en el suelo, escribiendo algunas líneas sobre el banco. La temperatura es agradable; la luz del atardecer, tenue y sigilosa va partiendo. De repente, otro monje entra al reciento, enciende unas lámparas, y luego, con las manos en son de oración se dirige a Dios… entonces, el pensamiento, la imaginación, las certezas, y el sentir, vuelan. Un viaje al más allá. De vez en cuando capto alguna mirada distraída, como perdida de dónde contemplar. Mientras, me dan deseos de mirar por la ventana, y por entre las rendijas de una esterilla -que recién, a medias desplegaron- veo un pino recortado horizontalmente. Los leves movimientos son casi imperceptible,

En la mañana de junio, consternado se encontraba mi corazón. Decidí escribir una carta. Ésta, la escribí con lápiz negro, sobre una hoja con renglones azules. Una vez terminada y quedar prodigiosamente, procedí a colocarla en un sobre y con nostalgia lo cerré. Después, con mis manos hice una montaña de cenizas, y en su base formé un orificio que allí mismo vertí agua mineral. Sobre todo esto, con ambas manos deposité mi carta, y a modo de reverencia, miré al cielo. Mi rito haría que todo lo que expresé en palabras llegara hasta Dios. Lo pude hacer, mis sueños me lo confirmaron y la realidad me lo mostró…

¡Cuánto duele vivir rodeado de personas que han dejado de ser Personas!... Los veo ennegrecidos frente a las maravillas que Dios guarda para ellos, y tan vivos para las cosas más asquerosas que os ofrece el mundo. ¿Cómo llegaron hasta aquí? Quizás y ojalá se preguntasen cómo llegue yo a esto... Se desviven por tener montañas de aparatos útiles y bellos, hasta innecesarios; e ignoran desvivirse por todo aquello que no envejece mas no tiene fin... Continuamente los veo reunidos y creo que ellos no son ellos, sino arquetipos de otros, hasta de seres increados. ¿De donde sacan paciencia para ser lo que no son? ¿Dónde están las Persona?, ¿Dónde están sus tesoros, no el del cuerpo sino el del Espíritu, y dónde los han guardado? ¿Acaso tienen recelo de mostrarlos?... ¿Acaso temen compartirlos?... Cuánto duele ver Personas perdidas en la ignorancia, con hábitos maliciosos, con malas amistades y propósitos malevos. Sean ustedes mismos... no imiten ideales que no existen. Déjense bañar por el ag